Un sistema hidráulico mal calibrado puede causar accidentes

Los patines hidráulicos son herramientas esenciales en almacenes, fábricas y centros de distribución. Sin embargo, su uso cotidiano puede hacer que pasemos por alto algo fundamental: la calibración y el estado del sistema hidráulico. Y esto, aunque parezca menor, puede ser la diferencia entre una jornada segura o un accidente grave.

🔧 ¿Qué puede salir mal?

Un sistema hidráulico mal calibrado puede:

• Perder capacidad de carga

• Frenarse inesperadamente o no frenar en absoluto

• Filtrar aceite, generando suelos resbalosos

• Romperse bajo presión, causando lesiones o daños materiales

El riesgo aumenta cuando no se detectan a tiempo fallas como:

• Presión irregular

• Bajo nivel de aceite

• Ruidos extraños en el pistón o bomba hidráulica

✅ ¿Qué hacer antes de cada turno?

Para evitar incidentes, es clave establecer una rutina de revisión rápida al inicio de cada jornada:

1. Revisar la presión del sistema hidráulico.

Si es más baja de lo normal, puede significar desgaste o fuga.

2. Verificar el nivel de aceite.

Un sistema con poco fluido pierde fuerza y aumenta el desgaste interno.

3. Escuchar el equipo.

Ruidos inusuales pueden indicar aire en el sistema, fricción anormal o piezas sueltas.

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🚨 Recuerda:

Un patín en mal estado puede parecer funcional, pero ponerlo en operación sin revisar su sistema hidráulico es como conducir con frenos dañados.

No pongas en riesgo tu seguridad ni la de tu equipo.

👉 Revisa presión, nivel y ruido antes de cada turno.

La prevención empieza con 3 pasos sencillos.